En un encuentro lleno de emociones, el Manchester United avanzó a la final de la Copa de Inglaterra tras vencer al Coventry City en una dramática semifinal que concluyó 3-3 y se decidió 4-2 a favor del United en los penales. Los ‘Diablos Rojos’, liderando con un cómodo 3-0 a solo 20 minutos del final, se vieron sorprendidos por la notable remontada del Coventry, equipo de la segunda división, que igualó el marcador en el tiempo añadido y forzó el partido a la prórroga y posteriormente a la tanda de penales.
El delantero danés Rasmus Hojlund se convirtió en el héroe al convertir el penal decisivo, mientras Coventry fallaba dos de sus intentos. Este triunfo sitúa al United frente a sus vecinos del City en la final que se disputará el 25 de mayo en Wembley, donde los ‘Red Devils’ buscarán revancha de la derrota 2-1 en la última final de Copa celebrada el pasado junio.
El camino hacia la final no estuvo exento de tensión para el United, que aprovechó las deficiencias defensivas del Coventry para adelantarse con goles de Scott McTominay y Harry Maguire en la primera mitad, y un tercer tanto al inicio de la segunda mitad. Sin embargo, el Coventry no se dio por vencido y lanzó una remontada impresionante con goles de Ellis Simms y un autogol de Aaron Wan-Bissaka, que culminó con un penal convertido por el estadounidense Haji Wright.
El entrenador Erik ten Hag y el centrocampista Bruno Fernandes reconocieron las dificultades enfrentadas y la necesidad de mejorar el desempeño del equipo. «Debimos haber cerrado el juego antes y no lo hicimos. Tenemos que hacerlo mucho mejor», admitió Fernandes tras el partido.