octubre 9, 2021
Redacción NVS / AFP
En el terreno de juego Italia es campeona de Europa. Empero, en el campo de la modernización de sus estadios no está a la altura de sus éxitos deportivos, según sus instancias rectoras.
De Milán a Roma, pasando por Florencia, varios proyectos existen para pasar página a monumentos como San Siro, el Estadio Olímpico o el venerable Artemio-Franchi. Pero los dirigentes de los clubes afectados (Inter de Milan, AC Milan, AS Roma y Fiorentina) aún ven lejano el momento de disfrutar de esos recintos modernos con los que sueñan.
Inaugurado en 1926, San Siro podría así tener aún varios años de vida por delante. El proyecto de un nuevo estadio continúa provocando debate. En Florencia, las ambiciones del dueño de la Fiorentina, Rocco Commisso, fueron frenadas de momento por las autoridades italianas, opuestas a la destrucción del estadio Franchi, emblemático con su arquitectura racionalista de los años 1920 y 1930 del siglo pasado.
En Roma, el proyecto de nuevo estadio dispuesto por el antiguo dirigente de la Roma James Pallotta, fue abandonado. Pero el nuevo propietario de los ‘Giallorossi’, Dan Friedkin, explora las opciones para encontrar un emplazamiento.
Mientras la edad media de los estadios de la Serie A es superior a los 50 años, y la última gran ola de renovaciones data del mundial 1990, la Federación Italiana no esconde su preocupación por ese “retraso” de Italia.
“Durante la última década (2010-2020), 153 nuevos estadios fueron construidos en Europa, con una inversión de 19,800 millones de euros”, revelaba la Federación en agosto en su informe anual de evaluación.
Pero Italia representó “apenas el 1% de las inversiones”, lejos de Turquía y sus 28 estadios construidos o renovados, de Polonia (23), Rusia (16) o Inglaterra (12), estimó la FIGC.