Redacción NVS / AFP

Roger Federer confía en un regreso a la competición en “el verano de 2022”, mientras continúa inmerso en una delicada rehabilitación de su rodilla derecha. De este modo, el suizo descarta participar en el Abierto de Australia.

“La verdad es que estaría increíblemente sorprendido si jugase Wimbledon, dicho de otro modo, Australia ni lo tengo en cuenta”, confesó el tenista de 40 años.

Federer advierte que “los cuatro o cinco próximos meses serán decisivos”. El suizo ha pasado por dos operaciones para “suturar” su menisco interno derecho y después “tratar (su) cartílago”. “Esta operación tenía que pasarla en todo caso para mi bienestar a largo plazo (…) para poder esquiar con mis hijos, jugar a fútbol o a tenis con mis amigos las próximas décadas. Mi primera motivación era ponerme en forma para mi vida como hombre”, explicó.

Federer no podrá “comenzar de nuevo a correr tranquilamente” hasta enero, antes de iniciar en marzo-abril “un entrenamiento parecido al tenis”. “Quiero ver una última vez de lo que soy capaz como jugador de tenis profesional”, dijo.

“A todos nos gustaría que pudiese decir adiós a mi manera y sobre una pista de tenis (…) Aunque sé perfectamente que el final está cerca, quiero intentar jugar algunos grandes partidos”, sentenció Federer.