Redacción NVS / AFP
Estados Unidos anunció un “boicot diplomático” a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín. Indican que la medida se toma en nombre de la defensa de los derechos humanos. En particular señalan que es por el trato a las minorías musulmanas, lo que Washington considera una forma de genocidio.
Mientras dure el boicot, Estados Unidos no enviará a ningún diplomático ni funcionario estadounidense a los Juegos. Los anfitriones de los Juegos Olímpicos suelen aprovechar la atención mundial que proporciona el acontecimiento para recibir visitas de líderes o funcionarios extranjeros.
Pero las acusaciones de que China ha sometido a las minorías musulmanas de Xinjiang a detenciones masivas, trabajos forzados y otros abusos hacen políticamente imposible que un funcionario estadounidense esté en las gradas de Pekín en febrero.
Este anuncio no debería tener impacto en los Juegos. Al anunciar el boicot, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, subrayó que los atletas estadounidenses son libres de competir.
Los miembros del equipo estadounidense y sus entrenadores, preparadores y demás personal seguirán recibiendo asistencia consular y diplomática, dijo un portavoz del Departamento de Estado.
Aunque no se anunció ninguna decisión similar, aliados cercanos de Estados Unidos, como el Reino Unido, Australia y Canadá, lo están considerando.
Es probable que el creciente peso económico y político de China en el mundo disuada a la mayoría de los demás países de adherirse. Esto no garantiza que China sea inmune a las críticas durante el evento deportivo, ya que los atletas olímpicos son libres de expresarse durante su estancia en Pekín.
China dijo el martes que Estados Unidos “pagará el precio” de su decisión de boicotear la diplomacia y prometió consecuencias.
Todavía no se han concretado los detalles, pero según la consultora Eurasia Group las represalias se limitarán probablemente a medidas diplomáticas, como la imposición de sanciones simbólicas a determinados políticos estadounidenses.
Los Juegos Olímpicos, especialmente los de verano, han sido boicoteados en numerosas ocasiones, ya sea por países individuales o por bloques de países, desde que se celebraron las primeras olimpiadas modernas en Atenas, en 1896.
Los boicots suelen ser de carácter ideológico, como los de los países musulmanes que se quedaron en casa para protestar contra la presencia de atletas israelíes, o la ausencia de Corea del Norte en los Juegos de Seúl de 1988.
Las acciones más significativas tuvieron lugar en 1980, cuando el presidente estadounidense Jimmy Carter boicoteó los Juegos de Moscú para protestar contra la invasión soviética de Afganistán, y cuatro años después, cuando el bloque soviético tomó represalias boicoteando la cita olímpica de Los Ángeles.