AFP
Su fama mundial y su mochila cargada de títulos no bastaron para blindarlo de los ataques que provocó su llamado a defender la ‘Seleção’ en Catar. Contra viento y marea, Dani Alves pone a prueba su prestigio y dotes de liderazgo en la Copa del Mundo.
Ninguno de los 26 convocados por Tite recibió tantos ‘palos’ en Brasil: desde hinchas hasta viejas glorias de los pentacampeones, favoritos al título, criticaron la presencia del lateral derecho, de 39 años y que no juega desde mediados de septiembre.
“Él no está jugando bien hace un buen tiempo. Salió mal del Sao Paulo, salió mal del Barcelona y terminó mal en el Pumas de México. ¿Dónde está el rendimiento? Tite no dio criterios para convocarlo, lo justificó. Cuando usted justifica una convocatoria, esa convocatoria es dudosa”, dijo el exatacante brasileño Walter Casagrande, mundialista en México-1986, en el programa UOL News Esporte.
Casagrande recogió buena parte de los argumentos que esgrimen muchos en contra del inoxidable zaguero, que en el Mundial buscará ampliar su leyenda como futbolista con más títulos de la historia (43, incluyendo la Copa del Mundo sub-20 de 2003).
Desde que dejó al Paris Saint Germain en junio de 2019, poniendo fin a casi 17 años en Europa, Alves tuvo pasajes irregulares en los clubes donde continuó su carrera y ausencias notorias en el ‘scratch’, por lesiones o decisión técnica, incluidos la Copa América de 2021 y los amistosos ante Ghana y Túnez en septiembre, los últimos antes de Catar.
En Pumas, al que defiende desde julio, jugó trece partidos, pero en octubre dejó México en medio de una polémica: el elenco mexicano aseguró que estaba lesionado, luego rectificó y se disculpó con el jugador.
Partió con rumbo a Barcelona para prepararse exclusivamente para Catar. Allí se entrenó con el segundo equipo azulgrana.
“Él estaba con bajos niveles de potencia y fuerza. Le dije que necesitaba mejorar esos niveles y él me respondió: ‘Misión dada, misión a ser cumplida, misión que será cumplida’. Está apto en el aspecto físico”, afirmó Fábio Mahseredjian, preparador físico de Brasil.
Pese a un presente incierto, Tite le había prometido llevarlo a su último Mundial -se perdió el de Rusia por una dolencia en la rodilla derecha- desde que estuviera en buenas condiciones.
El entrenador justificó el llamado de uno de sus cuatro capitanes, junto a Thiago Silva, Marquinhos y Casemiro, por su aporte en el camerino, su fortaleza mental y su riqueza futbolística.
“La calidad técnica e individual que aporta Dani Alves en este aspecto de la creación es impresionante, al ser un organizador, un articulador”, dijo.
Tite también se defendió de los cuestionamientos por la presencia de Alves, desatados segundos después de que la convocatoria fue revelada, el 7 de noviembre: “No estoy aquí para agradar a las personas de Twitter. Respeto opiniones distintas, pero no estoy aquí para convencer a todos”.
Con el respaldo irrestricto del cuerpo técnico, Alves se prepara junto a sus compañeros en la ciudad italiana de Turín, donde la ‘Seleção’ se entrenará hasta el sábado, cuando viajará a Doha para terminar de pulir su estreno en el Grupo G ante Serbia, el 24 de noviembre. Suiza y Camerún serán sus siguientes rivales.
En los entrenamientos ha dado muestra de vitalidad juvenil, incluso protagonizando entradas temerarias sobre los atacantes Pedro y Raphinha que asustaron a más de uno.
Aunque en los días previos al debut mundialista recupere ritmo, la plaza de lateral derecho parece segura para Danilo. En amistosos, Tite probó incluso al central Éder Militão en la banda.
La labor de Dani Alves, quien de jugar se convertiría en el brasileño más viejo en disputar un Mundial, se enfoca entonces en contagiar de experiencia y templanza al equipo de Neymar.
“Tite valora mucho la convivencia”, dijo el portero Weverton al programa “Bem, Amigos!” del canal SporTV. “En lo poco que conocí de Dani Alves, puedo decir que es un líder, un tipo que cuida bien del vestuario y eso cuenta mucho”.