noviembre 27, 2021
Agencias
En su juventud como boxeador consumió drogas porque era “ingenuo” y desconocía la ley. Pero ahora, en plena carrera para la presidencia de Filipinas, Manny Pacquiao argumenta que los criminales saben que las drogas son ilegales y deben ser castigados.
El célebre campeón retirado y actual senador de su país ha sido un destacado defensor de la brutal lucha contra el narcotráfico desplegada por el presidente Rodrigo Duterte, que cuenta con miles de víctimas mortales.
Pero en la antesala de las elecciones de 2022, Pacquiao ha tratado de distanciarse del dirigente saliente, que se enfrenta a una investigación internacional por esta represión, y defiende que los criminales deben tener “la oportunidad de defenderse”.
“Tenemos que encarcelar a aquellos que consumen drogas y que venden drogas, es lo que dice la ley”, explica a la AFP, pero la lucha contra el narcotráfico debe seguir “un camino correcto”.
“Antes, era ingenuo, por eso tomaba drogas (…) No conocía la ley”, explica Pacquiao. Actualmente “la gente sabe que la ley no permite drogas ilegales”, argumenta.
El púgil retirado causó estupor en 2016 cuando admitió haber tomado en su adolescencia marihuana y shabu, el nombre local de una metanfetamina barata y muy adictiva.
Salido de la pobreza callejera hasta convertirse en uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos, Pacquiao ha convertido la lucha contra las drogas, la corrupción y la pobreza en sus banderas para suceder a Duterte.