En un giro inesperado que ha capturado la atención de aficionados y escépticos por igual, Jake Paul vuelve a ser el centro de las conversaciones tras revelar a inicios de marzo su próximo desafío: enfrentarse al icónico excampeón de peso pesado, Mike Tyson. Este encuentro tan esperado tendrá lugar el 20 de julio en el majestuoso AT&T Stadium de Arlington, Texas, y será transmitido sin costo adicional para los suscriptores de Netflix.

La noticia, inicialmente recibida con escepticismo por muchos que la consideraban una broma, ha sido confirmada: el YouTuber convertido en boxeador logró persuadir a ‘Iron Mike’ para subir al ring por una prometedora suma cercana a los $20 millones.

Actualmente catalogado como un combate de exhibición, este enfrentamiento entre Tyson, de 57 años, y Paul, de 27, podría ser pronto oficializado como un evento sancionado por la Comisión de Boxeo de Texas. No obstante, el bullicio en redes sociales sobre las presuntas y extravagantes reglas de este espectáculo no ha cesado.

Entre las especulaciones más insólitas se incluye que Paul sería el único en llevar protección en la cabeza, ambos combatientes utilizarían guantes de 18 onzas, y que Paul estaría exento de pruebas de drogas, además de no tener restricciones de peso. Incluso se rumorea la posibilidad de que Jake pueda taggear a su hermano Logan durante el combate para enfrentar juntos a Tyson.

Sin embargo, Jake Paul ha desmentido estas afirmaciones a través de sus redes, calificándolas como meras fabricaciones: “Algún TikToker hizo un video con todas estas reglas inventadas donde Logan y yo hacemos equipo… Si crees eso, realmente no tienes sentido común”, expresó.

Mientras tanto, Tyson, conocido tanto por su ferocidad como por su disciplina en el entrenamiento a lo largo de sus 20 años de carrera, ha estado publicando videos en X, demostrando que la diferencia de edad es solo un número. Con un mensaje directo a Paul, “¿Aún quieres enfrentarte a mí?”, Tyson muestra su impresionante velocidad, fuerza y condición física, a lo que Paul respondió con un desafiante “Sí, definitivamente quiero”.