
World Boxing, la federación internacional de boxeo reconocida provisionalmente por el Comité Olímpico Internacional (COI), anunció este miércoles la implementación de pruebas obligatorias de verificación de sexo para todos los atletas mayores de 18 años que deseen participar en sus competiciones. Esta medida entrará en vigor por primera vez en la categoría femenina de los Campeonatos del Mundo, que se celebrarán en Liverpool, Reino Unido, del 4 al 14 de septiembre de 2025.
La nueva Política de Elegibilidad por Sexo, Edad y Peso, vigente desde el 20 de agosto, establece que las boxeadoras deberán someterse a pruebas genéticas mediante PCR o exámenes médicos funcionales equivalentes para certificar el sexo asignado al nacer y confirmar su aptitud para competir. La verificación se aplicará en las diez categorías femeninas que estarán en disputa en Liverpool.
El presidente de World Boxing, Boris van der Vorst, defendió la medida señalando que el objetivo principal es proteger a las deportistas y garantizar la equidad competitiva:
“Al introducir pruebas para certificar la elegibilidad de un atleta para competir como hombre o mujer, esta nueva política busca preservar la integridad deportiva y proteger la seguridad de todos los participantes”, afirmó.
Según el organismo, la normativa fue elaborada por un grupo de trabajo del Comité Médico y Antidopaje tras un año de consultas con expertos en medicina, derecho y deporte. La regla establece que solo podrán competir en la división masculina quienes hayan nacido varones, y en la femenina, quienes hayan nacido mujeres.
La federación también traslada la responsabilidad a las federaciones nacionales, que deberán realizar las pruebas y presentar la certificación cromosómica de sus atletas. La falta de este documento o su falsificación provocará inelegibilidad automática y podría derivar en sanciones disciplinarias.
En los casos donde se detecte material genético del cromosoma Y o posibles diferencias en el desarrollo sexual (DSD), los resultados serán evaluados por un panel médico especializado, que podrá solicitar pruebas adicionales, como exámenes hormonales, anatómicos o endocrinos. Además, la normativa contempla un proceso de apelación y apoyo psicológico y médico para los deportistas afectados.
Van der Vorst destacó que, tratándose de un deporte de contacto, era fundamental establecer lineamientos claros: “En un deporte de combate como el boxeo, tenemos la obligación de proteger la integridad física de los participantes. Estoy convencido de que esta política aportará seguridad, transparencia y justicia competitiva”, concluyó.