
El Ayuntamiento de Milán aprobó en la madrugada de este martes la venta del Estadio Giuseppe Meazza (San Siro) a Inter y Milan por 197 millones de euros. Ambos clubes, ahora copropietarios del recinto, tienen previsto derribar gran parte de la estructura para levantar un nuevo estadio que será su motor económico, con una inversión total estimada en 1.200 millones de euros.
Tras años de negociaciones, desacuerdos políticos e incluso la posibilidad de que cada club construyera su propio estadio, San Siro pasa oficialmente a manos de Inter y Milan, cuyos accionistas mayoritarios son los fondos estadounidenses Oaktree y RedBird Capital, respectivamente.
La aprobación llegó cerca de las 4:00 de la madrugada (02:00 GMT), tras más de 12 horas de sesión en el concejo municipal. La votación se resolvió con 24 votos a favor y 20 en contra, sin abstenciones. Tres consejeros de Forza Italia, el partido fundado por Silvio Berlusconi —histórico expresidente del Milan—, abandonaron la sala en el momento decisivo, facilitando la aprobación.
La operación convierte a Inter y Milan en un caso excepcional en Italia, ya que son pocos los clubes con estadio en propiedad, entre ellos Juventus, Atalanta, Sassuolo y Udinese. El resto de equipos de Serie A, como Roma, Lazio, Fiorentina o Nápoles, juegan en recintos municipales o estatales.
El proyecto presentado en marzo incluye no solo la construcción del nuevo estadio, sino también la renovación de los alrededores con la creación de zonas verdes y espacios de uso público.