Los goles de Kylian Mbappé y Rodrygo Goes dieron oxígeno al proyecto de Xabi Alonso en el Real Madrid, un equipo golpeado antes de visitar al Alavés y que logró mantenerse con vida, aunque por los pelos, tras imponerse 1-2 en Mendizorroza. Con sufrimiento, fútbol irregular y momentos de desconexión, el conjunto blanco consiguió un triunfo que le permite seguir a cuatro puntos del líder, el Barcelona.

Mientras el equipo azulgrana avanza con paso firme, el Real Madrid no logra disipar sus dudas. Los dirigidos por Hansi Flick, tras vencer a Osasuna (2-0), encadenan siete triunfos consecutivos. En contraste, el equipo de Xabi Alonso llegaba a este compromiso con apenas una victoria en sus últimos cinco partidos.

Ese rendimiento, sumado a las derrotas ante Liverpool y Manchester City en la Liga de Campeones, ha colocado al técnico madridista bajo una lupa cada vez más exigente. Por ello, el duelo en Mendizorroza se interpretó como una especie de plebiscito para Xabi Alonso, que superó la prueba por un margen mínimo y sin una imagen plenamente convincente.

Cuatro nombres sostuvieron al Real Madrid en acciones casi aisladas: Jude Bellingham, Vinícius Júnior, Mbappé y Rodrygo. Los dos primeros fueron los generadores; los otros, los ejecutores. El delantero francés abrió el marcador con un tanto de gran factura tras un pase de Bellingham: potencia, definición y golazo para firmar su decimoséptima anotación en LaLiga.

Sin embargo, tras el descanso, el conjunto blanco volvió a relajarse y recibió un duro aviso cuando Carlos Vicente, que acababa de ingresar al terreno de juego, empató el partido en el minuto 69. En ese momento emergió Vinícius, hasta entonces discreto, para asistir a Rodrygo, autor del gol que selló la victoria.

El brasileño confirmó su buen momento, luego de marcar ante el Manchester City, y volvió a ser decisivo para rescatar a su equipo. Al Real Madrid le alcanzó para sumar tres puntos y ganar algo de tranquilidad, aunque Xabi Alonso sigue sin lograr que su equipo disipe definitivamente las dudas sobre su juego.