
A una década del escándalo que marcó su carrera, Arturo Vidal recordó el accidente automovilístico que protagonizó en estado de ebriedad durante la Copa América 2015 como un punto de inflexión en su vida personal y profesional. El actual capitán de Colo Colo habló sobre el tema en su programa de YouTube El Reinado, donde reconoció que aquel episodio lo transformó profundamente.
“Me podría haber pasado cualquier cosa a mí o a Marité (su pareja en ese momento), y dos días después ya estaba jugando. No fue fácil, pero la gente me mostró su cariño. Muchos me apoyaron en ese momento”, expresó el mediocampista, quien en ese entonces militaba en la Juventus.
Vidal se accidentó mientras conducía su nuevo Ferrari en una autopista cercana a Santiago, en su día libre tras el empate 3-3 contra México. Fue detenido por Carabineros, pero, tras gestiones de la Federación Chilena de Fútbol —encabezada por el polémico Sergio Jadue—, logró evitar una sanción grave y fue reintegrado al plantel por decisión institucional, pese a que el entrenador Jorge Sampaoli quería marginarlo.
Según el periodista Christian González, en un reportaje publicado por La Tercera, Jadue incluso se comunicó con el Palacio de La Moneda para intervenir en favor del jugador. “Sergio, yo sé que usted es el presidente de la federación, que usted es el que manda, pero haga lo que tiene que hacer por el bien del país”, le habrían respondido desde el Ejecutivo.
La operación para mantener a Vidal en la selección incluyó una conferencia de prensa donde el jugador pidió disculpas entre lágrimas. “Jadue fue claro: ‘O lloras o te vas’. Y yo le dije: ‘Pero yo no soy actor’”, relató el volante, según el artículo.
Pese a la polémica, Vidal fue titular en el siguiente partido ante Bolivia y terminó siendo una pieza clave en la histórica consagración de Chile, que ganó su primera Copa América tras vencer por penales a Argentina en la final.
“Ese fue el momento donde creció el hambre y la confianza de que esa copa se tenía que quedar acá. He aprendido mucho de los errores, y ese fue uno de los más duros. Si me sacaban de ahí, se me acababa la carrera. Pero dos días después, estaba recibiendo el cariño de la gente. Me cambió la forma de pensar y de vivir”, reflexionó el jugador.