
El australiano Oscar Piastri (McLaren) llega como líder sólido del Mundial de Fórmula 1 al Gran Premio de Italia, la 16.ª cita de la temporada, que se disputa este fin de semana en el mítico Autódromo de Monza, conocido como el templo de la velocidad. Será una prueba especial, ya que Ferrari, la escudería más laureada de la historia, correrá en casa, aunque no atraviesa su mejor momento.
El piloto de 24 años viene de ganar el pasado domingo en Zandvoort durante el Gran Premio de Países Bajos, en una carrera marcada por el abandono de su compañero y principal rival por el título, Lando Norris, a siete vueltas del final. Piastri lidera la clasificación con 309 puntos, 34 más que el británico.
El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), cuatro veces campeón del mundo, terminó segundo ante su apasionada afición en Zandvoort, pero se encuentra a 104 puntos del australiano, por lo que sus opciones de conquistar un quinto título consecutivo parecen escasas. En una carrera histórica, el debutante francés Isack Hadjar (RB) logró su primer podio en la Fórmula 1.
Con nueve Grandes Premios y dos carreras sprint aún por disputar, el campeonato sigue abierto, pero McLaren parte como gran favorito para revalidar el título de constructores logrado el año pasado, tras 26 temporadas de sequía. Si Piastri logra mantener su ventaja, podría convertirse en el primer australiano en ganar un Mundial de F1 desde que Alan Jones lo consiguiera hace 45 años.
Por su parte, los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y Carlos Sainz (Williams) llegan a Monza con sed de revancha tras un Gran Premio de Países Bajos para el olvido. Alonso, doble campeón mundial y que recientemente celebró los 22 años de su primera victoria en Hungría 2003, fue octavo en Zandvoort y confía en mejorar su rendimiento en una pista donde suma dos victorias —2007 con McLaren y 2010 con Ferrari— y seis podios a lo largo de su carrera.
El espectáculo en Monza promete emociones fuertes, con Piastri defendiendo su liderato y un pelotón de perseguidores que intentará impedir que el australiano encamine definitivamente el campeonato.