
Hace dos décadas parecía un sueño imposible. Cinco años antes, pocos habrían imaginado que un español pudiera ganar una carrera en la categoría reina del automovilismo, y mucho menos convertirse en campeón del mundo de Fórmula 1. Pero Fernando Alonso rompió todos los pronósticos. El asturiano destronó al todopoderoso Michael Schumacher, dominador absoluto de la época, y alcanzó la gloria con un título histórico del que este jueves se cumplen 20 años.
La hazaña tuvo lugar en el circuito de Interlagos, en São Paulo (Brasil), donde Alonso se coronó en 2005 al volante de Renault, y donde un año más tarde volvería a repetir gesta. Su primera corona llegó en la temporada inmediatamente posterior al séptimo título de Schumacher —el quinto consecutivo con Ferrari— y dos años antes del debut en Fórmula 1 del británico Lewis Hamilton, hoy también séptuple campeón del mundo.
Con 24 años y 58 días, Alonso se convirtió en el campeón más joven de la historia de la F1 y el primero español en lograrlo, batiendo el récord del brasileño Emerson Fittipaldi, que en 1972 se había coronado con 25 años. A sus 44 años, el piloto de Oviedo sigue activo, ampliando su legado y sumando récords en la máxima categoría del automovilismo.