La NFL confirmó una mudanza histórica: a partir de la temporada 2031, los Kansas City Chiefs dejarán el emblemático Arrowhead Stadium, escenario de tres de sus cuatro títulos de Super Bowl, para disputar sus partidos en un nuevo estadio valuado en 3,000 millones de dólares.
El anuncio se realizó a dos semanas del cierre de la temporada regular 2025, en una campaña en la que los Chiefs ya quedaron sin opciones de avanzar a los playoffs.
El traslado también supone un cambio geográfico relevante. Aunque su nombre sugiere lo contrario, los Chiefs han jugado desde 1963 en el estado de Misuri. Desde 2031, la franquicia se mudará oficialmente al estado de Kansas, su vecino occidental.
El gobierno de Kansas financiará hasta el 60% del costo del proyecto, que no solo contempla el nuevo estadio, sino también el desarrollo de un distrito de uso mixto. Este complejo incluirá instalaciones de entrenamiento para el equipo, así como espacios de entretenimiento, gastronomía, comercio, oficinas, hotelería y áreas residenciales.
“Nos entusiasma colaborar con el estado de Kansas para ofrecer un estadio de clase mundial a nuestros aficionados”, declaró Clark Hunt, CEO de los Chiefs e hijo del fundador de la franquicia, Lamar Hunt. “Este proyecto representa un paso más en nuestro legado de innovación y en nuestra filosofía de priorizar a los aficionados”.
La franquicia adoptó el nombre de Chiefs en 1963, tras la compra de los Dallas Texans —equipo que existió entre 1960 y 1962— por parte de la familia Hunt. Su primer hogar fue el Municipal Stadium, donde jugaron entre 1963 y 1971 y comenzaron el camino hacia su primer Super Bowl, conquistado en la temporada de 1969.
Posteriormente, la familia Hunt impulsó la construcción del Arrowhead Stadium, que ha sido la casa del equipo desde 1972. En ese recinto, los Chiefs consolidaron su era más exitosa con los campeonatos de las temporadas 2019, 2022 y 2023, bajo el liderazgo de Patrick Mahomes y el entrenador Andy Reid.
Arrowhead seguirá albergando los partidos del equipo hasta la temporada 2030. El costo estimado de su construcción, ajustado a la inflación actual, sería de 323 millones de dólares, mientras que entre 2007 y 2024 recibió dos grandes remodelaciones que superaron los 900 millones de dólares.
El nuevo recinto, aún sin nombre oficial, fue aprobado recientemente por el Consejo Coordinador Legislativo de Kansas. Según el comunicado emitido el 22 de diciembre, el proyecto se financiará mediante una colaboración público-privada, con un 60% de fondos públicos y un 40% privados, apoyados en bonos del impuesto sobre ventas e ingresos (STAR) y en el Fondo para la Atracción del Deporte Profesional a Kansas.