Puma puso en marcha una de las mayores operaciones financieras de su historia reciente al asegurar un paquete de financiación superior a los 608 millones de euros, con el objetivo de aliviar la presión de liquidez que enfrenta en un contexto de caída de ventas y resultados negativos en 2025.
La compañía alemana de indumentaria deportiva anunció la firma de un préstamo puente por 500 millones de euros con Banco Santander, a través de su división de Corporate & Investment Banking, al que se suman líneas de crédito adicionales por 108 millones de euros ya confirmadas.
Tanto el préstamo puente como las líneas de crédito cuentan con un plazo de dos años y están diseñados para garantizar liquidez inmediata mientras Puma avanza en la reorganización de su estructura de deuda y en la renegociación de su financiación a largo plazo.
En paralelo, la empresa informó que trabaja en la refinanciación de su línea de crédito revolving por 1.200 millones de euros, una de las principales herramientas de financiación del grupo. La operación busca ampliar la flexibilidad financiera y reforzar el margen de maniobra operativo de la compañía.
El director financiero de Puma, Markus Neubrand, afirmó que esta inyección de liquidez permitirá avanzar en las prioridades estratégicas del grupo y respaldar su ambición de consolidarse como una de las tres mayores marcas deportivas del mundo, en un mercado altamente competitivo dominado por Nike y Adidas.