La presión se intensifica en la Casa Blanca. Sin los resultados esperados, Xabi Alonso se juega gran parte de su continuidad en el banquillo del Real Madrid este miércoles, cuando enfrente al Manchester City dirigido por su “maestro” Pep Guardiola.
Pese a un rendimiento aceptable en la Champions —quinto con 14 puntos, producto de cuatro victorias y una derrota—, el técnico vasco llega al duelo en una situación delicada tras conseguir apenas un triunfo en los últimos cinco partidos de LaLiga.
En su salida más reciente, el conjunto blanco cayó 2-0 ante el Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu, luego de una racha de una victoria y tres empates fuera de casa. El tropiezo le costó el liderato, ahora en manos del Barcelona. Y el problema no es solo la falta de resultados: el juego del equipo también genera dudas, sostenido principalmente por el brillante rendimiento de Kylian Mbappé.
Mbappé, entre el dolor y la presión
El delantero francés, que no se entrenó este martes debido a una fractura en el dedo anular de la mano izquierda y molestias musculares, acumula 25 goles en 21 encuentros. Su temporada sobresaliente ha sido clave para mantener a flote a un Madrid que no termina de carburar.
El ambiente en el Bernabéu el domingo reflejó la tensión: una afición molesta y un palco serio, donde el presidente Florentino Pérez siguió de cerca la situación. Según distintos medios, el mandatario abandonó el estadio de último tras reunirse con la alta dirección para analizar el momento deportivo.
Para Alonso, la visita del City podría marcar un antes y un después. Una derrota ante Guardiola —a quien tuvo como técnico en el Bayern— podría dejarlo en una posición aún más frágil.
“El poder trabajar con él fue una de las razones que me llevó a fichar por el Bayern”, recordó Alonso en su momento. Entre sus defensores se encuentra Jorge Valdano, exjugador y exentrenador del club.
“Hay problemas crónicos en el Real Madrid, como la dificultad para presionar, que están relacionados con el estado de ánimo y los estímulos”, señaló el argentino, hoy analista en Movistar+. Y lanzó un mensaje directo al vestuario: “Los que no corren son los jugadores, no el entrenador. La agresividad del equipo debe activarse, y eso corresponde a los futbolistas”.