Aaron Rodgers volvió a encender la rivalidad con los Chicago Bears, esta vez vistiendo los colores de los Pittsburgh Steelers, dos años después de dejar los Green Bay Packers. Durante el partido, Rodgers, de 41 años, fue captado haciendo una seña obscena a los fanáticos de Chicago y diciéndoles “Soy su dueño”, recordando la dominación que mantuvo sobre el equipo en su etapa en Green Bay.
En sus 18 temporadas con los Packers, Rodgers acumuló un récord de 24-5 contra los Bears, incluyendo victorias en sus últimos ocho enfrentamientos, consolidando una de las rivalidades más históricas de la NFL. Esta fue su primera visita a Chicago desde que se unió a los New York Jets en 2023 y nunca enfrentó a los Bears durante sus dos temporadas en Nueva Jersey. Ahora, como agente libre con Pittsburgh, reavivó la tensión con los aficionados del equipo rival.
Durante el encuentro, Rodgers estuvo inactivo, pero no pasó desapercibido: hizo gestos obscenos hacia los seguidores de Chicago, quienes también mostraron carteles críticos, incluyendo uno con la palabra “prohibido” sobre una foto del jugador con la camiseta de los Packers.
Pese a la provocación, los Bears celebraron la victoria. Ganaron un reñido partido 31-28, mejorando su récord a 8-3 en la temporada 2025, mientras que Caleb Williams se perfila para liderar al equipo hacia los playoffs. La derrota prolonga la larga racha sin victorias de los Steelers en Chicago.