El Real Madrid, inmerso en un exigente tramo de partidos lejos del Santiago Bernabéu, retoma la competición con la obligación de despejar dudas tras dos resultados decepcionantes: la derrota en Champions frente al Liverpool y el empate liguero ante el Rayo Vallecano. Su regreso se producirá ante un Elche que presume de mantenerse invicto esta temporada en el estadio Martínez Valero.
El parón de noviembre llegó en el momento más inestable desde la llegada de Xabi Alonso al banquillo blanco. La mala imagen en Anfield —un marcador que incluso pudo ser más amplio— se sumó a un encuentro irregular en Vallecas, donde el empate redujo a tres puntos la ventaja sobre el Barcelona. La renta obtenida en el clásico se ha diluido, así como las sensaciones de solidez. Un equipo que parecía asentado tácticamente ha sufrido una evidente involución, perdiendo rasgos de identidad que se consideraban consolidados.
La falta de gol también ha sido un problema: dos partidos consecutivos sin anotaciones de Kylian Mbappé se tradujeron en 180 minutos sin ver puerta. En ese sentido, el parón llegó en un momento oportuno. Con la mente despejada tras 14 días, el líder vuelve a la acción pero con la obligación de reaccionar… y con serias complicaciones en defensa.
Xabi Alonso afronta la visita a Elche con su línea defensiva diezmada: Éder Militao cayó lesionado con Brasil; David Alaba regresó de Austria con una sobrecarga muscular; Antonio Rüdiger continúa de baja desde septiembre; y Dean Huijsen viene de recuperarse de un problema físico que le impidió jugar con España. El único central sano es Raúl Asencio. A estas bajas se suma la ausencia de Dani Carvajal, por lo que el técnico valora incluir a Trent Alexander-Arnold como novedad en el lateral derecho. En el mediocampo, Fede Valverde apunta al regreso tras superar sus molestias musculares y podría actuar como mediocentro —con Tchouaméni reservado para la Champions— o como interior derecho, disputando el puesto con Dani Ceballos y Eduardo Camavinga.
Más allá de Mbappé, Alonso ha pedido mayor responsabilidad ofensiva a Vinícius, Bellingham, los mediocampistas y los especialistas en balón parado. La visita al Martínez Valero será el inicio de un cierre de año frenético: nueve partidos en 28 días, con cuatro encuentros consecutivos lejos del Bernabéu entre LaLiga y la Champions.
El Elche, por su parte, defenderá su condición de invicto como local en un duelo exigente ante el líder. Aunque fue una de las revelaciones del inicio de temporada, el equipo ha perdido impulso y solo ha sumado 2 de los últimos 15 puntos, ambos en su estadio. El choque, por tanto, representa una oportunidad para volver a encontrarse con su mejor versión.