El primer clásico de Kylian Mbappé en el estadio Santiago Bernabéu quedó marcado por la frustración. El francés cayó en la trampa táctica de Hansi Flick, quedó en fuera de juego en ocho ocasiones y vio cómo le anulaban dos goles, además de desperdiciar tres claras oportunidades. Aquella noche lo dejó señalado, pero también forjó su deseo de revancha.
Desde entonces, Mbappé se ha rehecho a base de goles, especialmente ante el Barcelona, su rival predilecto: 11 tantos en 8 enfrentamientos. Llega al nuevo clásico en un momento brillante, tras anotar en 10 de los 12 partidos disputados esta temporada con el Real Madrid, acumulando 15 goles, el mejor inicio goleador de su carrera.
El duelo contra el Barça tiene un significado especial para él. No solo representa la oportunidad de ampliar sus registros, sino de revertir una dinámica adversa: desde su llegada al club blanco, ha perdido los cuatro clásicos disputados el pasado curso, incluyendo las finales de la Supercopa de España y la Copa del Rey.
Aquel 26 de octubre de 2024, en su primer clásico con el Madrid, Mbappé sufrió ante una defensa barcelonista que mostró una sincronía impecable. La línea compuesta por Koundé, Pau Cubarsí, Iñigo Martínez y Balde ejecutó a la perfección la táctica del fuera de juego, anulando cualquier intento del delantero francés y consolidando la victoria del equipo de Flick por un contundente 0-4.
Sin embargo, Mbappé no tardó en responder. En la final de la Supercopa de España en Arabia, marcó a los cinco minutos para abrir el marcador, aunque el Barcelona remontó con autoridad (2-5). A pesar de las derrotas, el delantero ha convertido al conjunto azulgrana en una de sus víctimas favoritas y afronta el próximo clásico decidido a cambiar la historia.