
El Barcelona firmó su peor actuación de la temporada y cayó con contundencia 4-1 ante el Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán, resultado que lo deja sin el liderato de LaLiga, ahora en manos del Real Madrid. El equipo de Hansi Flick mostró una versión irreconocible, superado en todas las líneas y sin capacidad de reacción. Estas son las cinco claves de la derrota azulgrana.
El Barça arrancó el encuentro sin ritmo en la circulación del balón ni energía competitiva. El Sevilla, en cambio, salió con mayor agresividad y aprovechó cada espacio, dominando la primera mitad con claridad.
Los futbolistas de Flick se mostraron físicamente desgastados tras el esfuerzo en el duelo de Champions ante el PSG, y en el Sánchez-Pizjuán llegaron tarde a casi todos los choques. El Sevilla impuso su fuerza y su velocidad en cada disputa.
Como ya se vio ante el PSG, el Barça no logró coordinar su presión tras pérdida, dejando espacios a la espalda del mediocampo que el rival aprovechó con facilidad. La falta de sincronía defensiva fue el origen de los cuatro goles encajados.
Las bajas pasaron factura. Sin Lamine Yamal, el jugador más desequilibrante del momento, el ataque azulgrana perdió profundidad y sorpresa. Tampoco ayudaron las ausencias de Joan García y Fermín, piezas claves en el equilibrio del equipo.
El Barça aún tenía opciones de meterse en el partido cuando Lewandowski falló un penalti en el minuto 76, tras una falta de Januzaj sobre Balde. Ese error terminó por sepultar cualquier esperanza de remontada.