
Álvaro Odriozola volvió a sonreír con la Real Sociedad. El lateral donostiarra regresó este domingo a la titularidad tras ocho meses marcados por lesiones, descartes y la posibilidad real de abandonar San Sebastián. Y lo hizo de la mejor manera: con gol incluido frente al FC Barcelona en Montjuic.
La Real cayó por 2-1 en el Estadio Olímpico Lluís Companys, en un duelo en el que el equipo txuri-urdin tuvo que sobrevivir durante largos tramos del encuentro. Pese a la derrota, la noticia más positiva fue el regreso estelar de Odriozola, quien ocupó el lugar de Jon Mikel Aramburu, ausente por molestias en la rodilla.
El lateral respondió con nota al reto y se convirtió en uno de los más destacados de la Real. Tras el encuentro, visiblemente emocionado, no dudó en recordar el “infierno” que ha vivido en el último año. Desde el 29 de septiembre de 2024 apenas había disputado 387 minutos oficiales, incluidos los 57 jugados este domingo. En 2025 solo había tenido participación testimonial: 46 minutos ante el PAOK en enero.
Su camino hasta aquí no ha sido fácil. Varias lesiones, la falta de continuidad y un rol de descarte en la pretemporada lo dejaron al borde de la salida. Incluso Sergio Francisco, técnico realista, llegó a señalar públicamente que el suplente de Aramburu sería Iñaki Rupérez, aún sin debut profesional.
Odriozola buscó un nuevo destino en verano, pero al no concretarse ninguna operación se quedó en la Real, sabiendo que partía como última opción. Sin embargo, el fútbol le dio una nueva oportunidad y el donostiarra la aprovechó en el escenario más exigente: ante el Barcelona en Montjuic.