
La carrera de Cristiano Ronaldo no solo ha sido una de las más exitosas dentro del campo de juego, sino también una de las más lucrativas en la historia del deporte. Con una fortuna estimada en US$1.000 millones, el portugués se convirtió en el primer futbolista en alcanzar el estatus de multimillonario.
De acuerdo con Forbes, Ronaldo fue el deportista mejor pagado del mundo en 2025, con US$275 millones de ingresos anuales. De esa cifra, casi la mitad proviene de su salario, mientras que el resto se debe a contratos publicitarios, patrocinios y su marca personal “CR7”, que se ha convertido en un imperio global.
El gran salto económico llegó con su fichaje por el Al-Nassr de Arabia Saudita, donde firmó un contrato histórico de 200 millones de euros por temporada —que puede alcanzar hasta US$244 millones con incentivos—, la cifra más alta en la historia del fútbol. Para dimensionar el impacto, el sueldo de Cristiano supera diez veces el de Kylian Mbappé en el PSG (US$65 millones) y más que duplica el de Lionel Messi en el Inter de Miami (US$60 millones).
Pero sus ganancias no dependen solo del fútbol. Gracias a sus más de 620 millones de seguidores en Instagram, el astro portugués puede generar millones de dólares por cada publicación patrocinada. Además, mantiene contratos millonarios con Nike, Herbalife, Clear y otras marcas globales.
Su poder mediático ha demostrado incluso impactar a gigantes corporativos. Durante la Eurocopa 2020, retiró dos botellas de Coca-Cola en conferencia de prensa y mostró agua en su lugar, provocando una caída inmediata de US$4.000 millones en la capitalización bursátil de la empresa.
Con esta influencia global, Cristiano Ronaldo se une al selecto grupo de deportistas multimillonarios, junto a nombres como Michael Jordan, aunque el portugués lo logró en un periodo más corto, impulsado por la era digital y la globalización de las marcas.