
El veterano Aaron Rodgers, de 41 años, tuvo un debut soñado con los Pittsburgh Steelers, su tercer equipo en dos décadas como quarterback activo en la NFL. El mariscal de campo lanzó cuatro pases de anotación, completó 22 envíos para un total de 244 yardas y fue pieza clave en la victoria por 34-32 frente a los New York Jets en la Semana 1 de la temporada 2025.
El encuentro tuvo un componente especial: Rodgers regresaba al MetLife Stadium, donde jugó las temporadas 2023 y 2024 con los Jets, antes de salir por la puerta trasera. Tras el triunfo, el quarterback no evitó lanzar un dardo a su exequipo. “Probablemente había gente en la organización que creía que yo ya no podía jugar, así que fue un placer recordarles que todavía puedo”, declaró en conferencia de prensa.
El duelo se disputó ante 83,253 aficionados, en el estadio que albergará la final del Mundial 2026. Rodgers, portando el número 8, se mostró sereno, preciso y efectivo, conectando con receptores como Calvin Austin, Jaylen Warren, Ben Skowronek y Jonnu Smith para cerrar el triunfo.
La carrera de Rodgers es legendaria: pasó 18 temporadas con los Green Bay Packers, ganó el Super Bowl XLV y fue MVP de la NFL en cuatro ocasiones (2011, 2014, 2020 y 2021). En 2023, llegó a los Jets con grandes expectativas, pero una rotura del tendón de Aquiles en su debut frenó cualquier aspiración. La temporada 2024 tampoco trajo redención, lo que lo llevó a buscar un nuevo comienzo en Pittsburgh.
“Soñaba con la oportunidad de volver al campo y sentir de nuevo esa motivación, ese espíritu competitivo. Estoy feliz de ser parte de Steelers y de que las cosas hayan salido como salieron hoy”, expresó Rodgers, quien firmó por una temporada y 13.65 millones de dólares, según Spotrac.
Con este triunfo, Rodgers envió un mensaje claro: está de vuelta y todavía tiene gasolina para competir en la élite.