
El club argentino Independiente manifestó su rechazo a la decisión de la Conmebol de eliminarlo de la Copa Sudamericana y otorgar la clasificación a Universidad de Chile, luego de los incidentes violentos ocurridos el pasado 20 de agosto en el Estadio Libertadores de América.
“Perdió el fútbol. Ganaron los violentos”, publicó el club en sus redes sociales, acompañado de la imagen de un jersey con el escudo manchado de sangre, en señal de protesta por la resolución del organismo.
La Conmebol determinó que el equipo chileno, que había ganado 1-0 en la ida en Santiago y empataba 1-1 en la vuelta en Buenos Aires antes de la suspensión, avance automáticamente a los cuartos de final, donde enfrentará a Alianza Lima. El partido de ida será el 18 de septiembre en Perú y la vuelta el 25 de septiembre en Santiago.
La sanción incluye, además, la prohibición para ambos equipos de jugar con público durante los próximos siete partidos como local y siete como visitante en competencias internacionales.
El encuentro fue suspendido tras una batalla campal en las tribunas que dejó 22 personas heridas y más de 100 detenidos, la mayoría de ellos hinchas chilenos. Antes de conocerse la decisión, Néstor Grindetti, presidente de Independiente, había denunciado que los seguidores de Universidad de Chile destruyeron cámaras de seguridad para evitar ser identificados, iniciaron un foco de incendio y provocaron graves destrozos en sanitarios, butacas y estructuras del estadio, que luego fueron usadas como proyectiles.
En su descargo ante la Conmebol, Independiente argumentó que la violencia fue iniciada por la barra visitante y que la suspensión del partido fue consecuencia directa de su accionar. Sin embargo, el fallo no favoreció al club argentino, que ahora se despide del torneo.