
Desmond Watson, tackle defensivo de los Tampa Bay Buccaneers, ya hizo historia en la NFL antes de debutar. Con 464 libras (210 kilos) al momento de su fichaje, el exjugador de la Universidad de Florida se convirtió en el jugador más pesado en la historia de la liga. Sin embargo, este récord llegó acompañado de un revés: el equipo lo incluyó en la lista de lesionados y no le permitirá competir hasta que alcance ciertos objetivos físicos, entre ellos, reducir su peso.
El gerente general de los Buccaneers, Jason Licht, explicó la medida: “Queremos que cumpla algunos objetivos antes de que juegue. Está haciendo un buen trabajo, eso es todo lo que puedo decir”.
Desde su llegada, Watson ha logrado bajar hasta las 449 libras (203,6 kilos), pero el cuerpo técnico considera que aún no está listo para competir. El entrenador principal, Todd Bowles, fue claro: “Solo se trata de conseguir que sea un mejor jugador, más sano, para que entonces pueda salir al campo. Estamos trabajando con él”.