
Marc-André ter Stegen fue el protagonista inesperado de la jornada en el Trofeo Joan Gamper. El portero alemán, que en las últimas semanas había mantenido un enfrentamiento con la directiva del FC Barcelona, recibió una ovación cerrada de los aficionados en el Estadi Johan Cruyff, en lo que parece ser el cierre de uno de los episodios más tensos de su etapa en el club.
Ter Stegen, baja por al menos cuatro meses tras someterse a una operación lumbar, recuperó la capitanía después de firmar la autorización que permitió al club enviar a LaLiga su parte médico y, así, inscribir a Joan García. Ese gesto puso fin al expediente disciplinario que la dirigencia le había abierto y abrió la puerta a la reconciliación con la afición.
Antes del triunfo 5-0 frente al Como —con dobletes de Fermín y Lamine Yamal, y un gol de Raphinha—, el guardameta se dirigió al público:
“Fue importante solucionar el tema entre el club y yo. Ahora es momento de mirar hacia adelante”, afirmó, ante los aplausos de unos 6.000 espectadores.
El alemán se mostró optimista con la temporada y respaldó a los nuevos fichajes: “Todo el plantel está con mucha ilusión. Queremos darle la bienvenida y el apoyo a los nuevos compañeros, con los que seremos más fuertes. Vamos a luchar por todos los trofeos y esperamos lograrlos con vuestra ayuda”.
También agradeció al técnico Hansi Flick y a su cuerpo técnico: “Gracias a Hansi. Nos devolvió un fútbol exitoso y hemos disfrutado mucho”. El momento más emotivo llegó cuando cerró su discurso en catalán: “Us estimo, culers. Visca el Barça i visca Catalunya”.
Horas después, Ter Stegen publicó en redes sociales un mensaje en el que confesó lo duros que habían sido los últimos meses, reforzando la sensación de que, tras las tensiones, el vestuario y la grada han recuperado a su capitán.