
El Manchester United cerró este sábado su pretemporada invicto, tras vencer por penales a la Fiorentina en Old Trafford luego de empatar 1-1 en el tiempo reglamentario. Más allá del resultado, lo que generó mayor entusiasmo entre los aficionados fue ver, antes del partido, a las tres flamantes incorporaciones ofensivas que el club espera convertir en el tridente que lo devuelva a los tiempos de gloria.
Sin competencia internacional esta temporada, y tras una campaña 2023/24 para el olvido —15° en la Premier League, su peor posición en 51 años, y derrota en la final de la Europa League ante el Tottenham—, los Diablos Rojos invirtieron más de 200 millones de euros en reforzar su delantera.
La última pieza llegó este mismo sábado: el esloveno Benjamin Sesko, fichado del Leipzig por unos 85 millones de euros. Aunque no jugó, fue presentado en el campo de juego con su nueva camiseta, acompañado de Matheus Cunha(procedente del Wolverhampton por 72 millones) y Bryan Mbeumo (llegado del Brentford por 75 millones más 7 en variables).
El club y su afición depositan grandes esperanzas en este trío para liderar el ataque en la temporada que está por comenzar.