
Después de cuatro meses de sequía, Neymar volvió a brillar. El delantero brasileño marcó un golazo en el triunfo por 1-0 de Santos frente a Flamengo, líder del Brasileirão, en la jornada 14 del torneo. El encuentro se disputó en Vila Belmiro y significó mucho más que tres puntos para el equipo paulista: fue el regreso de su estrella y un impulso anímico vital para salir de la zona baja de la tabla.
Ya con su continuidad asegurada en el “Peixe” hasta final de año y tras superar las lesiones que lo marginaron en el primer semestre, Neymar regresó como titular y mostró destellos de su mejor versión. Frente a un Flamengo que venía de competir en el Mundial de Clubes —donde venció a Chelsea y llegó hasta cuartos de final—, el “10” fue clave.
El único gol del partido llegó a los 84 minutos. Guilherme asistió a Neymar dentro del área, quien controló de espaldas al arco, giró entre dos defensores, y definió con clase: remate cruzado y rasante que superó al arquero Agustín Rossi, pese a que alcanzó a rozar la pelota.
Gracias a este triunfo, Santos sumó 14 puntos y salió —al menos momentáneamente— de la zona de descenso, escalando hasta el puesto 13 de la tabla. El equipo, que había perdido siete de sus primeros 12 partidos, encontró oxígeno justo cuando más lo necesitaba.
El partido también marcó un debut especial: Robinho Jr., hijo del histórico delantero brasileño, jugó sus primeros minutos como profesional con la camiseta del Santos, con apenas 17 años.