Volvió Mohamed Salah y el Liverpool volvió a ganar. Hugo Ekitike firmó un doblete, pero el verdadero protagonista fue el egipcio, que reapareció tras cumplir su castigo y se despidió de Anfield rumbo a la Copa de África dejando una actuación convincente y muchas incógnitas sobre su futuro.
Arne Slot, que se reunió con el delantero el viernes y le permitió reincorporarse al grupo, tuvo que recurrir a él antes de lo previsto. A los 26 minutos, la lesión de Joe Gomez obligó al técnico neerlandés a reajustar el equipo: Dominik Szoboszlai pasó al lateral derecho y Salah ocupó la banda. Para entonces, el Liverpool ya estaba en ventaja gracias al gol de Hugo Ekitike a los 46 segundos, el tanto más rápido de la temporada en la Premier League.
Lejos de los temores, Salah fue recibido con una ovación. No hubo silbidos ni reproches. La grada de Anfield perdonó al tercer máximo goleador en la historia del club, cuyas recientes declaraciones críticas hacia el técnico y la entidad no lograron empañar su legado.
Liberado del castigo, el egipcio regresó fresco y participativo. En su primer contacto con el balón estuvo cerca de asistir a Alexis Mac Allister, aunque el portero Verbruggen se adelantó para cortar la jugada. Más allá del resultado, Salah transmitía energía, liderazgo y ganas de reivindicación en lo que parecía una despedida simbólica antes de partir al torneo africano.
El extremo asumió galones: lanzó los contraataques, probó desde fuera del área y fue clave en el segundo gol, al asistir desde el córner a Ekitike para el 2-0. Antes, el Brighton había tenido una ocasión clara para igualar el marcador, pero Diego Gómez falló a bocajarro tras un gran pase de Mats Wieffer, sorprendido por la falta de despeje de Ibrahima Konaté.
Tras la asistencia, Salah señaló a la grada en señal de agradecimiento. Fue su primera participación directa en un gol desde el 1 de noviembre, cuando marcó ante el Aston Villa, y su primera asistencia desde el derbi contra el Everton del 20 de octubre.
Con los tres puntos asegurados y una reconciliación evidente con la afición —y en parte también con Slot—, la atención se centra ahora en el futuro del delantero. Salah se incorporará este lunes a la selección de Egipto para disputar la Copa de África y su regreso a Anfield no está garantizado.
El egipcio tiene contrato hasta el verano de 2027 y es el jugador mejor pagado de la plantilla. Sus recientes declaraciones, en las que insinuó sentirse poco valorado en el club, han reavivado los rumores de una posible salida, con Arabia Saudí como el único destino capaz de igualar su salario, cercano a las 400.000 libras semanales.
Por ahora, Salah deja al Liverpool en la sexta posición con 26 puntos, a las puertas de la zona de Liga de Campeones. El Brighton, por su parte, pierde terreno en la lucha por Europa y cae al noveno lugar con 23 unidades.