De vivir uno de los momentos más bajos de su carrera en San Mamés, tras fallar dos penaltis consecutivos en escenarios de máxima exigencia, a convertirse en el gran protagonista del 2025 del Real Madrid persiguiendo los registros goleadores históricos de Cristiano Ronaldo. Así ha sido la montaña rusa emocional y futbolística de Kylian Mbappé.
Tras siete veranos de rumores, especulaciones y presión mediática, el delantero francés finalmente llegó al Real Madrid en el verano de 2024. Su presentación fue apoteósica en el Santiago Bernabéu, pero el inicio sobre el césped estuvo lejos de ser sencillo. El propio jugador reconoció meses después que la adaptación a su nueva vida y al peso del escudo blanco le pasó factura.
El punto más crítico llegó el 4 de diciembre de 2024 ante el Athletic Club. Mbappé había fallado ya un penalti días antes en Anfield y repitió error en San Mamés, con dos ejecuciones poco contundentes que reflejaron un estado anímico lejos de su mejor versión. Un futbolista que solía ser infalible desde los once metros y decisivo en los grandes partidos, atravesaba entonces su peor momento.
Poco después, el propio Mbappé asumió su situación con total sinceridad:
“Puedo dar mucho más. Tengo más en las piernas, pero el partido de Bilbao me hizo tocar fondo. Fallé ese penalti y fue el momento de entender que debía dar el máximo por esta camiseta y jugar con personalidad”.
A la misma altura de la temporada anterior, el francés apenas sumaba 10 goles. Hoy, en el mismo tramo de competición, ya acumula 25 tantos, reflejo de un cambio radical que se consolidó en 2025 y que se ha potenciado en la actual campaña.
Con el dorsal ‘10’ en la espalda y la plena confianza de Xabi Alonso, quien le ha entregado las llaves del liderazgo del equipo, Mbappé ha respondido con una explosión goleadora que lo ha llevado a igualar ya uno de los registros históricos del club.
El portugués Cristiano Ronaldo, máximo artillero del Real Madrid, mantiene los récords de goles en un año natural con 59 en 2013, 58 en 2012 y 56 en 2014. Precisamente esta última cifra ya ha sido igualada por Mbappé, quien aún tiene cinco partidos por disputar en 2025 (Celta, Manchester City, Alavés, Copa del Rey y Sevilla) para intentar superarla.
Al francés le bastan tres goles para igualar el récord absoluto y cuatro para romperlo, un objetivo más que alcanzable si mantiene su promedio actual de 1.66 goles por partido (25 en 20 encuentros).
Este desafío representa un nuevo capítulo en la historia personal de Mbappé, decidido a superar los números de su ídolo de la infancia, con quien incluso se fotografió siendo niño en su primera visita a Valdebebas. Todo, para cerrar un año de cifras récord y una temporada en la que lidera la carrera por la Bota de Oro, tras conquistarla en la 2024-2025, con 30 goles y 7 asistencias en 24 partidos entre el Real Madrid y su selección.