
Las autoridades de Eindhoven expulsaron este martes a 180 aficionados del Nápoles que habían sido detenidos la noche anterior, en la víspera del partido de Liga de Campeones ante el PSV. Además, se les anularon las entradas para el encuentro, según confirmaron medios italianos.
El grupo fue localizado durante la madrugada cerca del centro de la ciudad, donde la policía les pidió que se dispersaran. Al negarse, los agentes procedieron a su arresto por violar el reglamento municipal sobre aglomeraciones.
Los detenidos fueron trasladados a una comisaría para ser interrogados y, posteriormente, se emitió la orden de expulsión de Eindhoven. Las autoridades locales precisaron que no se registraron disturbios ni enfrentamientos, y que el operativo tuvo carácter preventivo para evitar incidentes.
También fueron arrestados cuatro aficionados del PSV en un contexto de máxima vigilancia, ya que el partido fue catalogado de alto riesgo. La tensión se debe a las alianzas entre hinchadas: la del Nápoles mantiene lazos con la del Feyenoord —rival del PSV—, mientras que los seguidores del club neerlandés están hermanados con los del Inter de Milán, adversario histórico de los napolitanos.
El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, confirmó que está siguiendo el caso y que la embajada italiana en La Haya ha enviado personal para asistir a los detenidos.