
Un golazo de Gabriel Martinelli en tiempo añadido rescató al Arsenal y castigó la pasividad del Manchester City, que se conformaba con el 0-1 logrado por Erling Haaland a los diez minutos. El encuentro en el Emirates Stadium terminó 1-1, dejando sensaciones encontradas en ambos equipos.
El City sorprendió de inicio con un contragolpe perfecto culminado por Haaland, quien se deshizo de Gabriel y definió con frialdad ante David Raya. Sin embargo, tras el tanto, los de Pep Guardiola renunciaron al dominio habitual y se refugiaron atrás, acumulando defensas y apostando por el contragolpe.
El Arsenal, en cambio, tuvo un primer tiempo gris, con apenas un disparo a puerta y un juego carente de agresividad. Mikel Arteta movió piezas en el descanso, retirando a Noni Madueke —el más activo— para dar entrada a Bukayo Saka, recién recuperado de lesión. La entrada del inglés, junto a la participación de Eberechi Eze y Martín Zubimendi, mejoró la dinámica, aunque las llegadas claras fueron escasas y Donnarumma respondió bien cuando fue exigido.
La afición local comenzó a impacientarse mientras Guardiola reforzaba su planteamiento defensivo, apostando por un bloque cada vez más conservador. Pero la estrategia se derrumbó en el descuento: Eze filtró un pase en el área y Martinelli, con un toque de calidad, picó el balón sobre Donnarumma para sellar la igualdad.
El punto sabe a poco para el Arsenal, que ve cómo el Liverpool se le escapa a cinco de distancia. Para el City, el empate resulta aún más doloroso: con apenas siete puntos de quince posibles, ocupa el noveno puesto y deja en evidencia la necesidad de que Guardiola encuentre nuevas soluciones.