
El FC Barcelona vivirá este fin de semana una situación insólita en LaLiga. Su primer partido como local de la temporada, ante el Valencia, se disputará en el estadio Johan Cruyff, un recinto con capacidad para apenas 6.000 espectadores.
El motivo es el retraso en la remodelación del Spotify Camp Nou, obras iniciadas en 2023 y que, pese a la promesa del presidente Joan Laporta de reabrir parcialmente el estadio en noviembre de 2024, continúan sin avances significativos.
Durante las temporadas 2023/24 y 2024/25, el club había jugado sus partidos en casa en el Estadio Olímpico Lluís Companys, en Montjuïc, con capacidad para 55.900 personas. Sin embargo, para esta fecha el recinto no estuvo disponible: será sede de un concierto del rapero Post Malone el viernes 12, y el campo no quedará en condiciones de recibir un encuentro de LaLiga.
Ante la falta de opciones, la directiva culé recurrió al Johan Cruyff, habitual escenario de los partidos del Barça femenino, el Barça B y las categorías juveniles. Aunque su aforo es reducido para un encuentro de Primera División, fue habilitado de forma excepcional.
El estadio, inaugurado el 27 de agosto de 2019, costó 19 millones de euros (22,2 millones de dólares) y cuenta con gradas cubiertas, 600 plazas de aparcamiento y operativa independiente de la Ciudad Deportiva. Este mismo verano albergó el Trofeo Joan Gamper, en el que el Barcelona goleó al Como de Italia.