El primer partido amistoso de pretemporada del Liverpool estuvo marcado por la emoción y el recuerdo. En el estadio Deepdale, frente al Preston North End, los ‘reds’ se impusieron 3-1, pero más allá del resultado, el encuentro se convirtió en un conmovedor homenaje a Diogo Jota y su hermano André, fallecidos hace diez días en un trágico accidente de tráfico.

El recuerdo del futbolista portugués, que dejó una huella imborrable en Anfield, estuvo presente en cada rincón del estadio. Mientras sonaba el clásico ‘You’ll Never Walk Alone’, el capitán del Preston, Ben Whiteman, colocó una corona de flores en uno de los fondos del estadio, justo frente a la afición visitante que acompañó el gesto con aplausos y lágrimas.

Las gradas se vistieron de homenaje: bufandas con el nombre de Jota, camisetas con su número 20 —que el club ha decidido retirar—, banderas de Portugal y una pancarta que resumía el sentir de todos: “Diogo Jota, para siempre nuestro número 20”. En los videomarcadores, la imagen de Diogo y André provocó un respetuoso y emotivo minuto de silencio. Los jugadores del Liverpool, visiblemente afectados, formaron en el círculo central con brazaletes negros, al igual que sus compañeros en el banquillo. Mohamed Salah, conmovido, y el técnico Arne Slot encabezaron el homenaje junto a los capitanes Robertson y Van Dijk, presentes aunque no jugaron.

En el terreno de juego, Liverpool presentó dos equipos distintos en cada mitad. Giorgi Mamardashvili debutó en la portería en el primer tiempo, mientras que Jeremie Frimpong y Milos Kerkez se estrenaron en el segundo. Conor Bradley abrió el marcador tras un centro de Chiesa y una jugada confusa en el área. En el minuto 20, nuevamente se proyectaron imágenes de los hermanos Jota, mientras la afición entonaba durante diez minutos seguidos el cántico que acompañó siempre al portugués en Anfield.

Ya en la segunda mitad, Darwin Núñez aprovechó un error defensivo para marcar el segundo tanto, celebrando con los gestos característicos de Diogo: primero sentado en el césped, con las manos simulando una partida de videojuegos. Minutos después, Gakpo selló el 3-1 definitivo e imitó también una de las celebraciones del homenajeado, extendiendo los brazos al cielo.

El gol del honor para Preston llegó por medio de Liam Lindsay, que anotó de cabeza tras un saque de esquina.

Más allá del resultado, fue una jornada para el recuerdo. Liverpool comenzó su pretemporada rindiendo tributo a uno de los suyos, demostrando que la memoria de Diogo Jota y su hermano vivirá por siempre entre los ‘reds’.