
Este sábado, Rosario Central vivió una jornada histórica. Ángel Di María volvió a vestir la camiseta canalla y se reencontró con su gente en un Gigante de Arroyito repleto. En su reestreno oficial, el campeón del mundo marcó un gol de penal en el empate 1-1 frente a Godoy Cruz de Mendoza, en un partido cargado de emociones.
El público local brindó una ovación inolvidable al “Fideo”, quien fue titular y se ubicó por la banda izquierda del mediocampo. Aunque mostró destellos de su talento y precisión, también fue blanco constante de la marca dura de los jugadores rivales, que apelaron a las faltas para detenerlo cada vez que tomaba la pelota.
A pesar de no conseguir el triunfo, el regreso de Di María dejó sensaciones positivas y una emoción que desbordó las tribunas. Finalizado el encuentro, el futbolista de 37 años compartió su sentir a través de sus redes sociales:
“Tantos años esperando este momento inolvidable. Gracias a todos por el cariño. No se dio el resultado que buscamos, pero esto recién empieza y queda mucho todavía. Vamos Central”, escribió en su cuenta de Instagram.
Di María estuvo acompañado por su esposa, Jorgelina Cardoso, y sus hijas, Mía y Pía, quienes también fueron parte de una noche que quedará en el recuerdo de toda la familia canalla.