
En el fútbol hay una verdad irrefutable: el que perdona, pierde. Y más aún cuando enfrente está un rival como el Real Madrid.
Pachuca cayó 3-1 ante el conjunto merengue en el Bank of America Stadium, en un duelo donde mostró valentía y corazón, pero terminó pagando cara su falta de contundencia.
El equipo dirigido por Jaime Lozano saltó al campo decidido a competirle de tú a tú al gigante europeo. La expulsión tempranera del central madridista Raúl Asencio al minuto 7 encendió las ilusiones de los Tuzos, que tomaron la iniciativa y se volcaron al ataque.
Salomón Rondón, Robert Kenedy y Agustín Palavecino generaron peligro, pero se encontraron una y otra vez con un muro llamado Thibaut Courtois. El arquero belga fue figura, negando una y otra vez el gol a los mexicanos.
Pachuca dominó y generó más ocasiones: 25 remates totales y 11 al arco. Sin embargo, fue el Real Madrid quien abrió el marcador en su primer remate a puerta. Jude Bellingham firmó el 1-0 al 35’, Arda Güler amplió al 43’ y Federico Valverde selló el tercero al 70’. Tres remates, tres goles. Jerarquía pura.
Elías Montiel marcó el gol del honor al 80’, decorando una actuación digna, pero insuficiente para mantenerse con vida en el Mundial de Clubes.
Los Tuzos dirán adiós al torneo, aunque aún les resta un encuentro por disputar. Se van con la frente en alto, pero también con la lección de que ante equipos como el Real Madrid, perdonar no es una opción.