
Botafogo debutó en el Mundial de Clubes con una victoria apretada 2-1 ante el Seattle Sounders, pero su actuación dejó más preguntas que certezas sobre su verdadero nivel como campeón sudamericano.
El equipo brasileño, dirigido por Renato Paiva, logró imponerse en su primer partido del Grupo B, aunque terminó pidiendo la hora frente al conjunto estadounidense, considerado el más débil de la zona pero que, arropado por su afición en el Lumen Field de Seattle, ofreció resistencia hasta el final.
Botafogo mostró mayor solidez en el primer tiempo. A los 28 minutos, una falta innecesaria del camerunés Nouhou Tolo sobre Artur derivó en el primer gol: Alex Telles ejecutó con precisión un tiro libre que Jair Cunha conectó de cabeza. El segundo tanto llegó poco antes del descanso, tras una buena combinación por derecha entre Vitinho y Artur que terminó en un centro para Igor Jesús, quien selló el 2-0 con otro cabezazo y celebró con un gesto inspirado en Dragon Ball Z que rápidamente se volvió viral.
Sin embargo, en la segunda parte el panorama cambió. El entrenador local, Brian Schmetzer, movió el banquillo y el ingreso del argentino Pepo De La Vega, exLanús, aportó energía, desborde y desequilibrio. Seattle logró descontar y puso contra las cuerdas al cuadro carioca, que no logró retomar el control y acabó sufriendo para asegurar los tres puntos.
La jornada también tuvo el debut del Paris Saint-Germain, que goleó 4-0 al Atlético de Madrid. Tanto Botafogo como el PSG lideran el grupo con tres puntos, aunque los franceses encabezan por diferencia de goles.