“Sigue adelante”. Ese es el lema que impulsa a Natalie Grabow, quien a sus 80 años se convirtió recientemente en la mujer de mayor edad en completar el Campeonato Mundial Ironman de Hawái, una de las pruebas de resistencia más duras del planeta.
El Ironman exige un esfuerzo extremo: 3,8 kilómetros de natación en mar abierto, 180 kilómetros de ciclismo y una maratón completa de 42,2 kilómetros. Un reto físico y mental al alcance de muy pocos.
“Me encanta el desafío”, comentó Grabow al programa Newsday del Servicio Mundial de la BBC. “Mientras tengas la capacidad física para hacerlo… Esa es la razón por la que todos participamos: por el reto y la sensación de logro después. Es un impulso enorme para la confianza”.
En Hawái participaron 1.600 mujeres en un circuito conocido por sus exigentes ascensos y vientos laterales. Sesenta no pudieron completar la carrera. Grabow, en cambio, cruzó la meta en 16 horas y 45 minutos, dentro del límite de 17 horas, en el que fue su undécimo Ironman.
“Me sentí muy bien corriendo, fue una sensación estupenda y me dio la confianza de que podría terminarlo sin problemas”, aseguró la veterana atleta, un verdadero ejemplo de perseverancia.