Los Dodgers celebraron este lunes su segundo título consecutivo de la Serie Mundial con un desfile multitudinario que desató la alegría de una ciudad entera. Miles de aficionados pintaron de azul y blanco el centro de Los Ángeles para acompañar al equipo en su caravana de campeón.
Desde primeras horas del día, fanáticos de todas las edades se concentraron en las calles para recibir a sus ídolos. El ambiente festivo se sentía incluso en el metro, donde las estaciones lucían abarrotadas por seguidores luciendo la clásica gorra con las iniciales “L.A.” y la camiseta blanca del conjunto angelino. Una postal poco común en una ciudad donde el automóvil reina como medio de transporte.
Muchos hinchas, guiados únicamente por la multitud, avanzaban sin saber con exactitud a dónde dirigirse. Lo importante era ser parte del festejo. “No sabía dónde bajar”, contó a EFE Daniel, quien entre risas explicó que decidió seguir al resto mientras compartían cervezas en el trayecto. “Llevo celebrando desde el sábado”.
Joe, otro aficionado, no soltó en ningún momento la bandera de los Dodgers, decidido a flamearla durante toda la jornada como muestra de su devoción por este bicampeonato. “Si te soy sincero, pensé que no íbamos a ganar”, confesó, todavía con emoción en la voz.
Fue una celebración histórica, un desahogo colectivo que volvió a confirmar el fuerte vínculo entre el equipo y la ciudad: los Dodgers son parte del corazón de Los Ángeles, y el azul volvió a brillar como nunca.