
Ivonne Nóchez volvió a brillar en el patinaje de velocidad y confirmó su estatus de leyenda. La salvadoreña conquistó anoche su segunda medalla de oro en los Juegos Mundiales Chengdú 2025, esta vez en la prueba de 200 metros meta contra meta, con un tiempo de 18.698 segundos.
La cuscatleca disputó el último heat, enfrentándose a la belga Fran Vanhoutte y conociendo ya las marcas de las diez primeras competidoras. Desde el disparo inicial, imprimió máxima potencia, aprovechó al límite las dos curvas del velódromo y lanzó un sprint demoledor en las rectas para detener el cronómetro con el mejor registro de la jornada.
Al cruzar la meta, miró la pantalla con expectación; al confirmarse su tiempo, su sonrisa lo dijo todo: había vuelto a ser la número uno.