
Aaron Rodgers no se rinde. El legendario mariscal de campo cumplirá 42 años el próximo 2 de diciembre y lo hará como nuevo jugador de los Pittsburgh Steelers, equipo con el que firmó contrato por una temporada para encarar su vigésimo primer año en la NFL.
El cuatro veces MVP intentará una vez más demostrar su vigencia y calidad en el emparrillado, ahora como parte de una franquicia que no gana un Super Bowl desde la temporada 2008. Para Rodgers, será una nueva oportunidad de consolidar aún más su legado: lidera la historia de la NFL con la mejor proporción de touchdowns a intercepciones (4.3, con 503 pases de anotación y 116 intercepciones), y posee el mejor índice de pasador (102.6) de todos los tiempos.
Además, sus 503 touchdowns por aire lo colocan en el quinto puesto histórico, a solo cinco del mítico Brett Favre (508), a quien precisamente sucedió en los Green Bay Packers.
Rodgers llega a Pittsburgh tras una decepcionante etapa con los New York Jets, marcada por una lesión en el talón de Aquiles que lo dejó fuera por casi toda la temporada. Aún con secuelas físicas, el mariscal apuesta por una última gran campaña con los Steelers.
En su carrera, Rodgers ha conquistado seis Super Bowls, con victorias sobre los Minnesota Vikings, Dallas Cowboys (en dos ocasiones), Los Angeles Rams, Seattle Seahawks y Arizona Cardinals.