La leyenda del tenis Novak Djokovic confesó que se sintió “vacío” tras ignorar el consejo de su esposa y su familia de tomarse un descanso del deporte en uno de los momentos más difíciles de su carrera.

Durante una entrevista con Piers Morgan, el tenista serbio de 39 años reflexionó sobre una etapa en la que perdió completamente la motivación y el amor por el tenis. Recordó en particular su derrota en Wimbledon ante Sam Querrey, un partido que marcó un antes y un después en su vida personal y profesional.

“Había ganado los cuatro Grand Slams al mismo tiempo y era uno de los pocos jugadores en la historia en lograrlo. Todos me decían —mi esposa, mi familia— que debía tomarme un descanso, porque ya lo había conseguido todo”, explicó Djokovic. “Pero yo insistía en que no tenía problemas de motivación. Decía: ‘Eso de sentirse vacío le pasa a otros atletas, a mí no me va a ocurrir’. Y unas semanas después, lo viví por primera vez”.

Djokovic recordó que, durante aquel partido en la pista 1 de Wimbledon, sufrió una interrupción por lluvia. En el descanso, pidió quedarse solo. “No quería hablar con nadie, ni beber nada. Me quedé mirando la pared durante 20 o 30 minutos. Fue entonces cuando sentí ese vacío del que tanto había oído hablar”, relató.

El serbio explicó que en ese momento comprendió que su mente y su cuerpo necesitaban un reinicio. “Todo el estrés, la tensión, la emoción acumulada durante años… Mi cerebro simplemente no podía más”, confesó.

Después de aquella derrota, Djokovic decidió tomarse un breve descanso. Al regresar, llegó hasta la final del US Open, aunque terminó cediendo el número uno del ranking mundial a Andy Murray. “No me importaba si terminaba primero o no. Solo quería recuperar el amor y la pasión que siempre tuve por este deporte, porque la había perdido”, concluyó.