Las dudas sobre el estado físico y mental de Carlos Alcaraz tras su título en Roland Garros y su breve descanso en Ibiza quedaron disipadas en su debut en el torneo de Queen’s. El español venció con solidez al australiano Adam Walton por 6-4 y 7-6 (4), en un partido en el que demostró que su adaptación a la gira sobre césped va por buen camino.

El encuentro tuvo un giro inesperado apenas cuatro horas antes del inicio. Alcaraz debía enfrentar a su compatriota Alejandro Davidovich Fokina, quien se retiró por enfermedad, y fue reemplazado por Walton, un ‘lucky loser’ con poca experiencia en hierba, pero con formación sólida en esta superficie, común en Australia.

Pese al cambio de último momento y al desconocimiento sobre su rival, Alcaraz no dejó lugar a la sorpresa. Antes del encuentro, buscó referencias rápidas consultando a su compatriota Jordan Thompson durante el calentamiento. Además, durante la jornada se cruzó con Lleyton Hewitt, exnúmero uno del mundo y actual responsable del desarrollo del tenis australiano, quien lo felicitó por su reciente triunfo en París.

La preparación exprés funcionó. En el primer set, Alcaraz estuvo impecable con su saque —cedió apenas cuatro puntos— y fue ganando confianza al resto hasta lograr el quiebre en el séptimo juego. Walton, motivado por la oportunidad más importante de su carrera, mostró agresividad desde la línea de fondo, pero no logró incomodar al murciano, quien sentenció el partido en el tiebreak del segundo set.

Con esta victoria, Alcaraz deja claro que está listo para la temporada sobre césped y que no hay resaca de Grand Slam que lo frene.