El tenista español Carlos Alcaraz llega a Roland Garros con una sólida racha en arcilla y la firme intención de defender su título en París. A pesar de su buen momento, el número 2 del mundo mantiene los pies en la tierra y advierte sobre el nivel de su principal rival, el italiano Jannik Sinner.

“Me estoy encontrando cómodo, contento con el nivel que estoy alcanzando. Pero es verdad que la mayor parte de los partidos dependen de mí, de si encuentro el buen camino, la buena dirección, si soy capaz de disfrutar”, explicó este viernes el murciano.

Alcaraz aterrizó en la capital francesa tres días después de vencer a Sinner en la final del Masters 1000 de Roma. Aunque acumula 15 victorias en sus últimos 16 partidos sobre tierra batida, insiste en que ese buen rendimiento no garantiza nada cuando arranque el Grand Slam parisino.

Consciente de su creciente rivalidad con el italiano, el español destacó que ambos se obligan mutuamente a mejorar. “No siempre voy a ganar. Tengo que estar preparado para cuando no lo haga”, reconoció.

Sobre su único tropiezo en la gira europea de arcilla, recordó que en Barcelona cayó en la final ante Holger Rune, un partido que disputó mermado físicamente y que, además, le impidió jugar en Madrid.

También apuntó que Sinner podría no haber llegado en su mejor forma a Roma, tras cumplir tres meses de sanción por dopaje. “Estoy seguro de que él intentará cambiar cosas respecto al último partido, tratará de mejorar. Yo también lo haré. Es algo que siempre hizo el ‘Big 3’: seguir elevando el nivel”, concluyó Alcaraz, quien acumula cuatro triunfos consecutivos ante el italiano.