
Más doloroso, imposible. Brasil vivió una noche para el olvido al recibir cuatro goles por primera vez en la historia de las Eliminatorias Sudamericanas. Para agravar la herida, el verdugo fue Argentina, su eterno rival, que se impuso con un contundente 4-1 en el estadio Monumental. La derrota ha puesto en entredicho la continuidad del técnico Dorival Júnior.
Raphinha, delantero del Barcelona, había encendido la previa con una declaración provocadora, asegurando que Brasil le daría “una paliza” a la Albiceleste en Buenos Aires. Sin embargo, sobre el césped, la historia fue muy distinta. La ‘verdeamarela’, liderada por Vinícius Junior y Rodrygo, ofreció una actuación decepcionante, sufriendo el dominio argentino y soportando el “olé” de la hinchada local desde los primeros minutos.
Julián Álvarez, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Giuliano Simeone marcaron los goles de la goleada argentina, mientras que Matheus Cunha descontó para Brasil, que sigue sin encontrar el rumbo tras la ausencia de Neymar por lesión. En territorio brasileño, la prensa local calificó la caída como una “tragedia”, comparándola incluso con el histórico 7-1 que Alemania les propinó en el Mundial 2014.
“Después de esta vergüenza, es necesario cambiar todo, empezando por Dorival Jr.”, sentenció el columnista Walter Casagrande, quien también criticó duramente a Raphinha. “¿Estuvo en el campo? No respaldó lo que dijo y claramente sintió la presión”.
Con esta derrota, Brasil cae al cuarto puesto de la tabla, a 10 puntos de la líder Argentina. En la conferencia de prensa, Dorival Júnior reconoció el golpe anímico: “Es una derrota chocante. Tal vez sea el momento más delicado de mi carrera”. Su futuro al mando de la selección, tras asumir el cargo en enero de 2024, ahora pende de un hilo.