Los propietarios de la NFL aprobaron de manera unánime el martes la construcción del “estadio del futuro” en Jacksonville, un proyecto valorado en 1.400 millones de dólares, asegurando que los Jaguars permanezcan en uno de los mercados más pequeños de la liga durante al menos los próximos 30 años.
Con los Jaguars (1-5) preparándose para su segundo partido consecutivo en Londres, la aprobación de este proyecto pone fin a décadas de especulación sobre una posible reubicación de la franquicia.
Se requería el apoyo de 24 de los 32 propietarios de la liga para aprobar el plan durante las reuniones de otoño en Atlanta, aunque el consenso positivo ya se consideraba altamente probable.
El acuerdo financiero para la construcción del estadio contempla una división de costos del 55-45% entre los Jaguars y la ciudad de Jacksonville. Cada parte contribuirá 625 millones de dólares para cubrir el costo del proyecto de 1.250 millones de dólares, con la ciudad sumando 150 millones adicionales para el mantenimiento del EverBank Stadium antes de iniciar las obras.
Está previsto que los trabajos de preconstrucción comiencen en febrero de 2025. Los Jaguars esperan jugar con una capacidad ligeramente reducida en 2025, y una capacidad significativamente menor, sin la cubierta superior, en 2026. Posteriormente, es probable que jueguen partidos en Gainesville, Orlando o incluso en el extranjero, en ciudades como Londres o Dublín.
El acuerdo entre los Jaguars y la ciudad permite que el equipo juegue hasta seis partidos en casa fuera de Jacksonville entre 2025 y 2027, con un máximo de tres partidos internacionales en los primeros dos años y hasta tres más en 2027.
El proyecto también afectará eventos como el tradicional juego Florida-Georgia y el Gator Bowl. Se espera que la rivalidad Florida-Georgia se traslade a Atlanta en 2026, mientras que Miami, Orlando o Tampa serían las sedes posibles en 2027. El Gator Bowl planea continuar en Jacksonville en 2026 y trasladarse a Gainesville en 2027.
El nuevo contrato de arrendamiento incluye un compromiso de no reubicación, y un acuerdo para limitar la cantidad de partidos que los Jaguars pueden jugar fuera de Jacksonville. Además, el equipo asumirá los costos adicionales de construcción, la gestión diaria del estadio y el 80,4% de los gastos operativos durante los días de partido.
El estadio al aire libre tendrá una capacidad de 63.000 asientos, con la posibilidad de expandirse a 71.500. Incluirá una cubierta translúcida que se espera reduzca la temperatura en unos 15 grados, y se mantendrán las piscinas y la terraza para fiestas en la zona norte.
Este estadio será el eje central de un distrito de entretenimiento en el centro de Jacksonville, que incluye un proyecto de hotel y residencias Four Seasons, un nuevo edificio de oficinas para los Jaguars, un puerto deportivo moderno y un campus satélite de la Universidad de Florida que atraerá a 10.000 estudiantes de posgrado a la zona.