AFP
Con 2,03 metros, Andries Noppert es el jugador más alto del Mundial de Catar, pero el arquero neerlandés tendrá frente a sí a un gigante del fútbol pero de menor envergadura, el astro argentino Lionel Messi (1,69 m), en un duelo en los cuartos de final.
“¿Todo esto es real?”, se pregunta el propio Noppert, que admite estar viviendo en el emirato “un sueño estando despierto”. Hasta este torneo no había debutado internacionalmente con la Oranje.
“Contra Messi tendremos que hacer nuestro trabajo”, declaró después de ganar en octavos de final por 3-1 a Estados Unidos. Era apenas su cuarto partido con la selección holandesa.
No podría ni soñar con pronunciar esa frase hace apenas dieciocho meses, cuando era suplente en el Go Ahead Eagles de la segunda división de los Países Bajos y, con 28 años, apenas llevaba una treintena de partidos en categoría profesional.
El lunes, Noppert reconocía “pellizcarse” para ver si estaba soñando, durante la última jornada de descanso que tuvo su equipo y que disfrutó con varios compañeros en un yate frente a la costa catarí.
“¡Qué lujo! Este no es realmente mi mundo. Es un poco exagerado todo esto”, explicaba un día después a la prensa de su país el jugador que cuenta con el salario más modesto del plantel neerlandés.
Su mundo no es el de los jets privados, ni el de los coches deportivos de lujos. “Pero no tengo envidia. Yo puedo pasearme por un centro comercial sin ser reconocido”, apunta.
Juega ahora en el SC Heerenveen, de la Eredivisie, la primera división del fútbol neeerlandés, y se ilusiona con el duelo ante los argentinos, que vaticina que será “realmente especial”.
“Tener a Messi como adversario, cuando es el pilar de mi equipo cuando juego al FIFA (el videojuego), es algo extraño”, bromeó.
“Encontrarme junto a estrellas en el túnel (que une los vestuarios con el terreno de juego), cantar el Wilhelmus (el himno de Países Bajos), son cosas a las que no estoy todavía acostumbrado”, afirmó.