Los Chicago White Sox han invitado a su aficionado más destacado, el Papa León XIV, a realizar el primer lanzamiento de su proyectado nuevo estadio multimillonario, cuya inauguración podría concretarse en 2030. Esto ocurriría un año después de que expire el contrato de arrendamiento del equipo en Guaranteed Rate Field, tras la temporada 2029.

La franquicia podría despedirse pronto de su histórico hogar en el South Side. Los White Sox jugaron en el Comiskey Park original desde 1910 hasta 1991, año en el que abrió su sustituto —la actual Guaranteed Rate Field— justo enfrente del antiguo recinto. Sin embargo, tras una campaña marcada por más de 90 derrotas y uno de los peores registros de las Grandes Ligas, la directiva estudia dar un giro radical.

Aunque el estadio actual ha recibido múltiples mejoras a lo largo de los años, la organización evalúa nuevas ubicaciones más cercanas al centro de Chicago, con la intención de mantener la identidad del equipo vinculada al South Side. La invitación al Papa León XIV busca no solo bendecir el nuevo proyecto, sino también impulsar un cambio de suerte para la franquicia. El pontífice generó titulares recientemente al confirmarse que, como se había rumorado, es seguidor de los White Sox y no de los Cubs.

De acuerdo con el Chicago Sun-Times, un desarrollador inmobiliario impulsa un ambicioso proyecto para levantar el nuevo estadio en un terreno conocido como “The 78”, con negociaciones que habrían avanzado significativamente este año. El sitio estaría cerca de la intersección de Roosevelt Road y Clark Street, extendiéndose hacia la zona que conecta con Wrigley Field, lo que situaría a los White Sox aproximadamente a 2.5 millas (4 km) al norte de su ubicación actual.

No obstante, el plan enfrenta desafíos importantes. Entre ellos destaca la posible utilización de mil millones de dólares en fondos públicos para financiar la obra, además de la competencia del Chicago Fire de la MLS, que impulsa su propio proyecto de $650 millones, completamente financiado con capital privado. Aun así, los White Sox parecen decididos a seguir adelante.