
Dos meses después de la dura derrota en la final de Wimbledon, el tenista español Carlos Alcaraz volvió a lo más alto del tenis mundial al conquistar su sexto título de Grand Slam tras imponerse en el Abierto de Estados Unidos. Con esta victoria, el murciano recupera el número uno del ranking ATP y demuestra una vez más su madurez, fortaleza mentaly capacidad de aprendizaje.
“Inmediatamente después de ese partido (en Wimbledon) pensé que necesitaba mejorar algunas cosas si quería ganarle”, confesó Alcaraz en la rueda de prensa posterior a su triunfo frente al italiano Jannik Sinner en Nueva York.
Entre ambas finales transcurrieron ocho semanas decisivas. Durante ese tiempo, el joven tenista optó por tomarse un descanso, analizar a fondo el juego de su gran rival y perfeccionar aspectos clave de su técnica, como el saque. Su regreso a las pistas fue en el torneo de Cincinnati, omitiendo Canadá, con la mente puesta en la reconquista de Nueva York.
Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, destacó la capacidad de adaptación del murciano: “Lo más increíble de Carlos es que sea tan bueno corrigiendo en muy poco tiempo los pequeños detalles que debe mejorar”. Además, resaltó su versatilidad: “Es camaleónico y le puedes pedir cualquier circunstancia en el partido, se adapta y al final lo consigue, y eso también lo trasladamos mucho a los entrenamientos”.