Desde su llegada al banquillo del Inter en 2021, Simone Inzaghi ha demostrado ser mucho más que un estratega de campo: también ha sabido convertirse en un verdadero “mago” de los números. Pese a los graves problemas financieros que arrastra el club, el técnico italiano ha guiado al conjunto ‘nerazzurro’ a dos finales de la Liga de Campeones en apenas tres años.

A sus 48 años, Inzaghi ha logrado mantener competitivo a un equipo cuyo presupuesto —según cifras de la UEFA— es la mitad del que maneja el París Saint-Germain, su rival en la final de la Champions este sábado. Mientras los franceses cuentan con 808 millones de euros para la temporada 2024, el Inter dispone de 401.

El propio presidente del club milanés, Beppe Marotta, ha reconocido que coronarse ante un rival con semejante músculo financiero será una hazaña difícil.

El panorama era complejo desde el inicio: cuando Inzaghi tomó el relevo de Antonio Conte, se encontró con una institución golpeada por años de fichajes costosos y el impacto económico de la pandemia. Para estabilizar las cuentas, el Inter se vio obligado a vender a dos de sus principales figuras: Romelu Lukaku (al Chelsea por 113 millones) y Achraf Hakimi (al PSG por 68 millones).

Desde entonces, la estrategia ha sido austera pero efectiva. Se han reducido los salarios y priorizado fichajes de bajo costo o jugadores libres, como Marcus Thuram y Hakan Calhanoglu, o veteranos que han dado buenos resultados, como Francesco Acerbi (4 millones) y Yann Sommer (7 millones).

No obstante, el equilibrio financiero aún es precario. Hace justo un año, tras conquistar su 21º ‘Scudetto’, el grupo chino Suning, incapaz de solventar las deudas del club, cedió la propiedad al fondo de inversión estadounidense Oaktree, su principal acreedor.